
En ciertos episodios que vivimos, atravesamos por estados de angustia, miedo, duda, desesperación, odio, ira, frustración, incertidumbre, nostalgia. Que provocan en nosotros una ceguera momentánea, porque luego vemos siempre en la familia, los amigos y el trabajo esperanza, nos alegramos en efecto nos sentimos felices aunque esta condición es fugaz; pero el capital que necesitamos para apreciar la belleza es lo que hemos dicho líneas arriba, si estamos alegres entendemos a los nuestros, si tenemos paz entendemos o toleramos aún mas. Esas preguntas que no tienen respuestas o las provocaciones de nuestros semejantes; pero siempre en lo que ama el ser humano yace inherente la belleza, ella esta en la naturaleza, en las criaturas de todo el mundo, en los detalles que se hace cuando pretendemos expresar amor o afecto.
El amor tiene la fuerza de construir obras colosales, el amor despierta la inspiración capaz de expresar versos sublimes, el amor conduce a los grandes propósitos, el amor conduce a ver la belleza donde otros no la ven, el amor vence la muerte, de distintas maneras. Quien ha amado su obra en vida lo recuerdan por eso, quien dio amor en vida a quienes lo rodearon permanece en su memoria. Las grandes obras de los cultores de la humanidad, son producto del amor y la dedicación o ¡dígame! Si alguien conoce una teoría científica para permanecer a través de los tiempos en la memoria de los pueblos del mundo. Sólo lo que se construye con amor trasciende, lo que ni el hierro de los conquistadores han logrado o el poder económico con toda la maquinaría de inteligencia que posee, pretende sepultar a base de modas y estereotipos lo que ¡un solo hombre! sembró en los corazones de los hombres, no es sino el AMOR y ese hombre es JESÚS hijo de Dios.